A través del galardón Empresa&FP, Confebask, con la participación de los centros de Formación Profesional, pone en valor la participación de las empresas e instructores en los procesos de aprendizaje del alumnado de FP. Una colaboración indispensable que posibilita completar las competencias adquiridas académicamente con la experiencia real de los centros de trabajo.

En 2018, el Grupo Arteche, a propuesta del IES MUNGIA BHI ha sido el merecedor de este reconocimiento. Una entidad que lleva en su ADN el compromiso con la formación. Como señala Maite Del Castillo, directora de RRHH del Grupo, don Aurelio de Arteche colaboró en 1951 en la fundación de la Escuela Parroquial Elemental de Trabajo de Mungia, lo que hoy es el IES MUNGIA BHI. Desde entonces el grupo ha seguido apostando por participar en la formación del alumnado. Bien sea a través del módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) o la Formación Dual en Régimen de Alternancia, Arteche acoge cada año una media de 10 personas en procesos formativos de las tres familias profesionales que oferta el centro: Administración y Gestión, Electricidad y Electrónica y Fabricación Mecánica.

El esfuerzo añadido que exige a las empresas instruir a estudiantes en sus centros de trabajo, es recompensado, según Maite, por los resultados que se obtienen. Por un lado, porque es un excelente banco de pruebas para detectar talento y profesionales comprometidos, pero además, porque “aportan nuevas formas de hacer y pensar que enriquecen el conocimiento de los y las profesionales de la planta”.

La envergadura de Grupo Arteche, con más de 1.700 personas y presencia en todo el mundo, requiere de distintos perfiles profesionales. Los centros de FP, además de la universidad, son proveedores de profesionales cualificados. “Recurrimos a sus bolsas de trabajo y al conocimiento que tienen de su alumnado para nuestros procesos de selección”, explica la responsable de personal de la empresa. Procesos que ponen de manifiesto la escasa presencia de mujeres en ciclos industriales y tecnológicos de la FP. Una realidad que no se alinea con los intereses de la empresa, que busca profesionales cualificados y comprometidos, independientemente del género.

Pero además de implicarse en la formación del alumnado, Arteche profundiza en su compromiso con la comunidad educativa participando en jornadas y eventos que acerquen a la población estudiantil la realidad laboral. En “El día de la Industria”, promovida por la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) y la UPV, la empresa recibió en sus instalaciones estudiantes del colegio Askartza Claret, a los que trasladó “las posibilidades de desarrollo profesional y personal que ofrece el mundo de la industria, también para la mujer”, concluye Maite.

Arteche, junto con el resto de organizaciones que acogen alumnado, es un ejemplo de la implicación del tejido empresarial con la formación. Pero también una muestra de la capacidad que tiene el tejido empresarial de romper las barreras que separan el mundo académico del profesional. Una convivencia que favorece la capacitación de profesionales capaces de adaptarse a las necesidades cambiantes del tejido empresarial.

Fuente: Web de Arteche