La innovación es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las empresas. Independientemente del sector en la que se encuadren, las organizaciones buscan el punto de diferenciación que les suponga una ventaja competitiva. Persiguen introducir en el mercado un nuevo producto o servicio, un proceso, una forma de relación comercial o laboral, un modelo organizativo que confiera una situación de preeminencia frente a otras propuestas existentes. No basta con perfeccionar lo que ya existe o maximizar la eficiencia y eficacia para incrementar la competitividad. Es necesario introducir una novedad que cambie las reglas de juego favor de la organización.

Pero esta necesidad compartida de innovar también cuenta con la misma percepción mayoritaria de que se trata de una tarea difícil. Y por supuesto, lo es. Requiere destinar recursos materiales y humanos para apostar por una idea, una visión que puede que tarde en concretarse. Son muchas las cuestiones que hay que responder. Algunas ponen el foco en el por qué de la innovación: ¿cuál es la visión empresarial que se desea alcanzar?, ¿dónde nos podemos diferenciar?, ¿qué resultado se espera? Otras, en cómo poner en marcha un ecosistema que permita buscar y concretar innovaciones. En cualquier caso ambas ponen de manifiesto los elementos que determinan la sostenibilidad de un proceso de innovación: la estrategia y los recursos.

Existen grandes especialistas que ayudan a empresas a orientar e integrar estructuras sostenibles orientadas a la innovación. Inspirados en uno de los conceptos desarrollados algunos de estos referentes: la Innovación Abierta [enlace al link del blog del artículo La ESTRUCTURANDO LA INNOVACIÓN ABIERTA], y conocedores del potencial innovador de las personas especialmente entrenadas para generar ideas, seis entidades europeas relacionadas con la formación, innovación, el trabajo colaborativo y el tejido productivo nos propusimos concretar un modelo que favoreciera la integración de un sistema de innovación dentro de las industrias tradicionales. Basándonos en el potencial innovador de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) que a su vez está condicionado por el talento de las personas que las integran, estamos diseñando una metodología para sumar perfiles vinculados al mundo de la creatividad en la estructura de la industria tradicional.

Con el apoyo de la Comisión Europea, el proyecto CreO quiere aprovechar el potencial de la red de Formación Profesional y su proximidad en las empresas, para movilizar el talento de estudiantes de ciclos formativos relacionados con la creatividad al sector industrial y manufacturero para fomentar la innovación en este sector. Para ello es necesario que el profesorado de estos ciclos adquiera competencias que le permita formar a su alumnado en habilidades y destrezas relacionadas con el entorno industrial. Por su parte, los mandos empresariales del sector industrial deben guiar al alumnado durante su estancia en la empresa mientras completan su formación en centros de trabajo. CreO aporta la metodología y los materiales para que ambos perfiles puedan abordar estos retos.

Para el profesorado, se definen las competencias que debe adquirir (Currículum Creo) y los contenidos que debe conocer del ámbito industrial:

• Módulo 1: La mentalidad de las empresas en el sector de la manufactura avanzada + Visión general de las tendencias actuales en el sector de la fabricación.
• Módulo 2: Realidad virtual y aumentada en la industria 4.0
• Módulo 3: Fabricación aditiva e impresoras 3D en la industria 4.0
• Módulo 4: Diseño gráfico para marketing en industria 4.0 adeCon  las competencias que el profesorado de ciclos relacionados con las CCI debe adquirir para formar a su alumnado en las habilidades que exige el ámbito industrial.

Por su parte, la Guía CREO WBL Work Based Learning recoge  las pautas que las empresas industriales deben seguir para integrar en prácticas a alumnado de ciclos creativos. Además, concreta módulos de conocimiento para facilitar esta labor:

• Módulo 1: Aprendizaje basado en problemas.
• Módulo 2: Pensamiento creativo e innovador.
• Módulo 3: Pensamiento crítico.
• Módulo 4: Aprendizaje colaborativo.
• Módulo 5: Ambiente virtual colaborativo (2.0).

El internet de las cosas, la impresión 3D, la realidad virtual, la aumentada, los nuevos materiales, la sostenibilidad energética o las nuevos formas de comunicación y desarrollar el trabajo son oportunidades y desafíos a los que la industria tiene que ser capaz de atender. CreO, es una apuesta para aprovechar el potencial innovador del alumnado especializado en el mundo de las ideas y del pensamiento disruptivo para impulsar la innovación en el tejido industrial y tecnológico. Una colaboración, que además, amplía el campo de acción del alumnado de los ciclos de las industrias creativas hacia sectores emergentes.